La impresión 3D, también conocida como fabricación 3D o manufactura aditiva, es una tecnología revolucionaria que permite la creación de objetos tridimensionales mediante la adición sucesiva de capas de material. Este proceso se realiza mediante una máquina especializada, llamada impresora 3D, que sigue un diseño digital para construir el objeto capa por capa.
Hay varios tipos de impresoras 3D, pero todas funcionan siguiendo el mismo principio básico: la impresora 3D lee el archivo digital y añade material de forma sucesiva para construir el objeto. El material puede ser plástico, metal, resina o cualquier otro material compatible con la impresora. La impresora 3D puede crear una gran variedad de objetos, desde piezas de repuesto para máquinas hasta juguetes y objetos decorativos.
Una de las principales ventajas de la impresión 3D es su capacidad para fabricar objetos de formas complejas y únicas que serían imposibles de crear mediante métodos tradicionales de fabricación. Además, la impresión 3D permite la creación de prototipos rápidos y asequibles, lo que la convierte en una herramienta valiosa para el diseño y la innovación. La impresión 3D es utilizada en una variedad de campos, como la ingeniería, la arquitectura, la medicina, y la fabricación de prototipos, entre otros.